Antes de la sentencia del STF, la víctima tenía que presentar una demanda. Si era agredida pero decidía no denunciar, no se podía hacer nada. Y aún existía la posibilidad de que la mujer retirara la denuncia ante la presión del agresor. Ahora, en caso de denuncias, por ejemplo de vecinos, el Ministerio Fiscal podrá actuar contra el responsable de la agresión, eliminando esta presión de la mujer.
En la sentencia, con 10 votos a favor y 1 en contra, sólo el presidente del STF, Cezar Peluso, votó a favor de mantener la necesidad de representación de la mujer maltratada. Los magistrados afirmaron que, en la mayoría de los casos, la mujer desistía de la denuncia tras sufrir presiones psicológicas y económicas por parte del agresor. Sin embargo, con la sentencia adoptada por el tribunal esta tarde, esta presión ya no existe.